Beneficiosas para el sistema vascular y digestivo, ayudando a reducir los niveles de lípidos en la sangre lo que puede promover la pérdida de peso.
Las hojas de alcachofera son un ingrediente aromático de sabor intenso y amargo, poco utilizado en la cocina tradicional pero valorado en infusiones y preparaciones botánicas.
Clasificadas como infusión y ocasionalmente como ingrediente para bebidas amargas.
En cocina, pueden usarse para aromatizar caldos de verduras, fondos oscuros o infusiones saladas, aportando una complejidad vegetal que combina bien con ingredientes como cebolla, laurel o hinojo. También se emplean en la elaboración de aperitivos amargos o como base de licores digestivos caseros, en maceración con otros botánicos.
Una receta interesante consiste en preparar un caldo infusionado con hojas de alcachofera, ajo y tomillo, que puede utilizarse como base para sopas, risottos o incluso para cocer legumbres. Otra alternativa es secar aún más las hojas, molerlas finamente y combinarlas con sal y piel de cítricos para obtener un condimento seco aromático ideal para espolvorear sobre verduras asadas o patatas al horno.
Dato curioso: antiguamente, las hojas de la alcachofera eran empleadas para dar amargor a ciertos vinos de aperitivo antes de la era moderna de la coctelería.
PREPARACIÓN DE INFUSIÓN:
- Calentar agua hasta su ebullición.
- Poner una o dos cucharadas de hojas de alcachofera en una taza.
- Verter el agua hirviendo sobre las hojas de alcachofera.
- Tapar la taza y dejar reposar durante 5 minutos.
- Colar y disfrutar de la infusión.
NOTAS:
El sabor de esta infusión es amargo, por lo que con azúcar o miel.