La harina de centeno o avena sirve para alguna cosilla más que para hacer pan. Unas crepes de harina de centeno o avena tienen un aspecto parecido al de las de harina de trigo habituales, pero con un sabor distinto e interesante. La receta de las crepes es sencilla: consta de harina, huevos, leche y una grasa (mantequilla o aceite) en proporciones variables.
INGREDIENTES: para unas 8 crepes de 20 cm
- 120g de harina de centeno integral o harina de avena (si empleas harina de centeno blanca, necesitarás algo menos de leche, porque la fibra absorbe más agua)
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 huevos grandes a temperatura ambiente
- 300ml de leche entera a temperatura ambiente
- 25g de mantequilla derretida
- Algo de mantequilla adicional para pintar la sartén
ELABORACIÓN:
Pesar y medir todos los ingredientes pesables y medibles.
Derretir la mantequilla y mezclarlo todo en un bol con unas varillas o en un robot hasta que no queden grumos. Pasar esta papilla a una jarra, taparla y dejarla reposar una hora en la nevera para que la harina se hidrate bien.
A la hora de cuajar las crepes, poner a calentar a fuego medio una sartén antiadherente de 20 cm, mejor que no sea muy profunda.
Remover la papilla de masa cruda para homogeneizarla.
Poner en la sartén un poquito de mantequilla y extenderla por toda la superficie con un papel de cocina o un pincel de silicona cuando se derrita.
Cuando la sartén este bien caliente, verter con la jarra el equivalente a un cucharón en el centro de la sartén y girarla rápidamente para que la masa recubra todo el fondo. Si la masa no está suficientemente fluida como para cubrir el fondo de la sartén en este vaivén, o queda demasiado gruesa, añadir algo de leche o agua a la masa y mezclar antes de cuajar la siguiente crepe.
No pasa nada por tener que tirar la primera crepe porque se rompa o salga mal; se da en las mejores familias.
Cuajar la crepe perfectamente por esta primera cara, hasta que esté bien tostadita (levantar la crepe con cuidado por el lateral para verlo), introducir una espátula o paleta larga por debajo de la crepe y voltearla con un movimiento rápido para cocinar la segunda cara (o usa un plato para voltear la crepe como si fuera una tortilla de patata).
Tostar la segunda cara al gusto, sacar la crepe a un plato y tapar con un paño para que no se enfríe.
Proceder de igual manera con el resto de la masa hasta acabarla, apilando las crepes en el plato (no se pegan unas a otras).
Servir las crepes de harina de centeno o avena con acompañamientos dulces o salados, como más te guste, con mermeladas, compotas, crema pastelera, chocolate o nata, con queso fundido, un huevo a la plancha, jamón o lo que te apetezca.